Hoy en ‘Marzo de Mujer’ conoceremos la historia de Rosalía Ayetebe Anvene Nakuo, una joven que ingresó a la Administración Pública como Inspectora de Trabajo a la edad de 22 años, y ya siendo madre de 2 niños. La determinación de Ayetebe Anvene por alcanzar metas sin poner escusas de por medio, además de asombrosa, también es digna de imitación. Actualmente es la Directora General de Trabajo.
Rosalía Ayetebe Nos cuenta su historia:
«Me ingresé en la Administración Pública a la edad de 22 años, como Inspectora de Trabajo y es donde empieza mi recorrido profesional, gracias a mi tía Evangelina Filomena Oyó Ebule (prima política de mi madre), quien en unas de sus misiones, se presentó en nuestra casa y le preguntó a mi madre ¿Quién de tus hijos ha terminado el bachillerato o está por terminarlo?, voy a publicar un concurso oposición y pueden inscribirse si desean.
A lo que mi madre respondió: todos mis hijos ya son empleados excepto los dos últimos. Mi hija está cursando su sexto curso de bachillerato y el más pequeño no creo que puedan. Pero, mi tía insistió diciendo que quien hubiera superado el cuarto curso de bachillerato podría postular perfectamente. Nos llamaron a los dos y era la primera vez que veía a mi tía Evangelina Filomena.
Entonces, ella me observó y me dijo: vas a presentarte al examen de oposición para Inspectores de Trabajo. Te recomendaré, pero no esperes que vaya a facilitarte nada. Debes presentar buenos resultados y yo he de sentirme orgullosa de ti. En ese momento, se me nubló la mente y dije ¡Qué mujer! Salí de la sala pensando, bueno no creo que sea difícil, he destacado siempre en clase y ¿Por qué no a esto? Todavía no sabía a qué me enfrentaba y sucedió. Me trasladé a Malabo dejando a toda mi familia y a mis dos hijos pequeños. Nunca había vivido lejos de ellos, ni sola.
AhoraEG: Desde niña hasta la actualidad ¿Cómo ha sido tu vida como mujer en la sociedad?
Ayetebe: Tuve una infancia agradable. Al nacer y crecer en Bisa, uno de los barrios más bonitos de la ciudad de Bata. Frente a mi casa estaba la comunidad salesiana de Bata, y casi me crié ahí con mucho entretenimiento: cine, fútbol, baloncesto, bibliotecas…, y lo principal, asistir a misa las veces que quería y participar a los eventos religiosos. Ahí es donde saludé a Felipe González, entonces Presidente de Gobierno en España y también a nuestro Presidente S. E. Obiang Nguema Mbasogo, y en aquel tiempo tendría entre siete (7) u ocho (8) años.
Esa experiencia de disputar el saludo con los demás niños me marcó muchos y pude tocar las manos de los dos presidentes. Entonces, me sentí satisfecha cuando sólo se podía saludar a uno, por lo chiquita que era la sala de cine de los Salesianos. Recuerdo que no quise lavarme las manos después de haber saludado a los dos presidentes, hasta el día siguiente y no entiendo del porqué hasta ahora. Mi padre era camionero y mi madre comerciante, eso suponía ausencia de los dos por temporadas y en el seno de mi familia había esa cultura de que la hermana mayor se hiciera de madre y sigue siendo una gran responsabilidad en mi familia cuidar de los niños».
AhoraEG: ¿Cuáles son los mayores obstáculos que has tenido en la vida por ser mujer, que a día de hoy puedes presumir de haberlos superado? Cuéntanos tus logros
Ayetebe: Mi mayor obstáculo fue no poder viajar al extranjero por una beca, pero no supuso ningún problema después, porque mi trabajo ha sido además una gran universidad para mí. Al ingresar como Inspectora Auxiliar de Trabajo, me destinaron en la Dirección de Formación Ocupacional donde siendo auxiliar de trabajo, también me propusieron como Jefa de Sección durante 7 años.
He complementado algunas formaciones trabajando. Hice mi secretariado técnico de dirección ya trabajando, después me ingresé en la UNED para hacer mi carrera de Derecho Público Internacional, la cual tuve que paralizar porque me metí en política, pero la estoy retomando, también hice una formación de Recursos Humanos y posteriormente, el INEGE nos formó como Agentes Estadísticos para el servicio estadístico del ministerio, y no sabía que ser mujer era tan difícil. Yo no elegí ser mujer y no entiendo porqué la sociedad es tan difícil con nuestro género.
Otro de mis mayores obstáculos fue conseguir asentamiento aquí en Malabo. No habían casas y entonces no conocía a mis familiares; tuve que aguantar grandes desafíos. Una amiga me ayudó, aunque al final fue un poco desagradable, porque su madre la metía en mente ideas como que las amigas eran malas, insinuando que podía quedarme con su novio, quien realmente me ofreció quedarme con ellos al ser quien pagaba el alquiler y veía la situación en la que estaba. Finalmente, resultó que el novio de mi amiga era un primo mío y se calmaron las cosas. Pero, en este momento ya tenía reservado un cuarto para alquilar.
Después de dejar a mi familia, pasé a ser expulsada de casa en casa por problemas de espacio, pero nunca me rendí porque vine por un objetivo y hasta que no lo lograba, no iba parar. Mi tía (Evangelina-Filomena Oyó Ebule) me dio trabajo, pero nunca me prometió ni alojamiento ni comida ni medicinas…, tuve que salir adelante por mi propio esfuerzo y nunca volvió a permitir que me acercara a ella. Supo de mí, pero a distancia y eso me motivaba a mantenerme fuerte aún más. Al saber que alguien me estaba observando. Puedo presumir de haber logrado que ella estuviera orgullosa de mí, tras haberme dado la oportunidad de ser una persona de provecho.
Desafortunadamente, ella no vive para verlo, pero actualmente ser la Directora General de Trabajo para mí es un gran logro profesional y personal, después de 16 años de aprendizaje y experiencia profesional. Pienso que es una buena promoción y no sólo he trabajado en el sector público, también he trabajado como maestra en el sector privado y como Secretaria y Asistente de Recursos Humanos. Cada vez que se me presentaba la oportunidad de viajar al extranjero para una formación, pedía que me alistaran para gozar de más conocimientos y he podido participar a varias formaciones en el extranjero, gracias a las políticas de cooperación de nuestro Gobierno. Pienso que eso podría inspirar a otras mujeres.
AhoraEG: ¿Cómo definirías el 8 de marzo, crees que vale la pena celebrarlo? ¿Por qué?
Ayetebe: El 8 de marzo, fue una buena acción de aquellas heroínas que dieron su vida por los derechos de la mujer, personalmente me preocupa que en nuestra sociedad algunas mujeres lo lleven a otra dirección.
AhoraEG: ¿Qué mujeres te inspiran? y ¿Por qué?
Ayetebe: Me inspiran varias mujeres, especialmente aquellas que han sido premios nobel de la paz. Considero que conseguir la paz en el mundo es construir vidas. Me inspiran todas las mujeres que ostentan cargos políticos y de dirección; todas las mujeres que salen a enfrentarse a la vida en cualquier sector productivo; todas las mujeres que hacen algo productivo; todas las mujeres que hacen algo y lo transforman en beneficio de otros son admirables y son fuentes de mi inspiración.
AhoraEG: ¿Qué consejo podrías dar a nuestras jóvenes desde tu experiencia?
Ayetebe: Mi consejo para las jóvenes es que no se dejen llevar por las intimidaciones, limitaciones o desánimos. Nunca hay que dejar de intentar de hacer lo que una quiere, y si se le presenta alguna oportunidad que la aproveche, porque nunca se sabe.